Si hablamos de 13 reasons why,
estamos hablando de una de las series por las cuales se recordará este 2017.
Seamos sinceros, no es una obra de arte y no tiene un argumento impresionante,
pero a pesar de eso, es una serie que ha logrado convertirse en Trending Topic
en nuestras vidas, es muy difícil encontrar a alguien que no haya escuchado
hablar de ella y eso es algo que nos demuestra el tremendo poderío que tienes
las redes sociales en la actualidad, ya que gran parte del éxito y la fama que
ha obtenido esta serie, es gracias a los debates vistos en multitud de foros o
en el mismo twitter, pudiéndola calificar como una serie viral.
Las reglas del juego que nos
presenta son claras y concisas desde el primer momento, el final ya está
escrito y el espectador lo conoce desde el momento en el que le da al play,
Hannah Baker está muerta y tenemos 13 capítulos con sus respectivas 13 cintas
en las que la protagonista nos intentará explicar por qué decidió elegir ese
camino, y esa es una de las principales razones por las cuales el espectador
está atrapado a seguir viendo capitulo tras capitulo hasta conocer toda la
verdad. Es una especie de auto-tortura, porque por un lado quieres llegar al
final y conocer todo, pero a la vez, te niegas a llegar a ese punto en el que
sabes que todo acabará con el final más cruel.
La serie toca temas muy reales y
espinosos como son el suicidio y el bullying, pero lo hace con un carácter especial
y de forma delicada con el objetivo de humanizarlos. El mensaje que nos manda
es muy claro: reaccionemos. No solo las personas que sufren todo este tipo de
barbaries, a las cuales se les dice que no están solas y que siempre van a
tener a alguien a su lado dispuestos a ayudarles, sino que también a todos los
padres y educadores, a los que se les invita a reaccionar y atender a las
exigencias de estos jóvenes que necesitan su ayuda.
Creo que no tenemos que caer en
la crítica de: los motivos son una mierda o yo he vivido/conozco gente que lo
ha pasado peor… No hablamos de la chica más marginada del colegio, hablamos de
una chica normal y corriente a la cual una serie de infortunios, decepciones y
malos tratos culminados con un terrible final, acaban colmando el vaso llevándola
a una situación límite e irreversible. Sin
olvidarnos de que Hannah es una adolescente que todavía tiene que madurar y
aprender muchas cosas sobre la vida.
Una de las cosas que más me
gustaron de la serie es como los guionistas nos cuentan la historia. Los
flashbacks juegan un papel muy importante alternando la historia de Hannah, y
las escenas de Clay en el presente, jugando sobre todo con los colores.
Mientras que las escenas grabadas en el presente tienen unos tonos más azules y
fríos, las del pasado cuentan con colores más alegres y cálidos (sin olvidarnos
del accidente que tiene Clay en el primer capítulo que nos permite diferenciar
en que momento estamos por la cicatriz que tiene en la frente). Otro de los
puntos fuertes es la banda sonora, que es sinceramente brutal. Saben en qué
momento exacto tienen que poner cada canción y eso nos ayuda a acentuar cada
momento que vivimos, sea alegre o triste.
Las opiniones respecto a la serie
son divididas, y la mayor parte de la gente que la crítica suele ser gente
mayor. Es entendible, es una serie dirigía a un público más juvenil, pero no
por ello cierra las puertas a la gente más mayor, de hecho las abre y les
invita a participar en el debate y a concienciar de que en estos casos el
problema no siempre está en los jóvenes sino que los adultos también tienen que
ayudar a cambiar las reglas del juego. De hecho la serie juega con eso, la
comunicación de los propios protagonistas a lo largo de la serie con los padres
es nula, sino me equivoco solo Jessica al final se atreve a contarle a su padre
sobre todo lo que le ha ocurrido, y se quiera o no, eso es una realidad, ya que
mucha gente que sufre estos problemas peca de encerrarse en su propio mundo y
no contarle a los mayores sobre lo que
le pasa.
La serie ha recibido muchas
críticas como por ejemplo que puede enaltecer al suicidio o puede animar a muchos jóvenes a
seguir los pasos de Hannah (sin ir más lejos, algún caso por México sí que
hubo), pero en el fondo no creo que sea así. No por ver películas de tiros, la
gente se va a convertir en soldados, a lo que voy, creo que como bien decía Minnette
(Clay), lo que se pretende es mostrar el suicidio como algo real y
descorazonador. Pretende concienciar al público sobre un tema tan serio y para mí
eso es lo importante de la serie.
Finalmente y para no alargarme
más, no me gusta la idea de que haya una segunda temporada. La serie se ha
acabado, y el punto y final debería ser en la primera temporada. No lo voy a negar,
a mí me encantó la serie y te deja con ganas de más, pero sé que ese más que
vamos a ver es un producto para todo ese fan service y al afán de explotar todo
al máximo. Netflix ha visto que la serie ha dado buenos resultados y ha logrado
una fan base más que notable y ha querido sacar petróleo de ello con una nueva
temporada, y la verdad, lo bueno , si breve, dos veces bueno.
Mi conclusión es que es una serie
que recomendaría a todo el mundo (especialmente al público adolescente), no se
hace pesada en ningún momento y te mantiene en una intriga constante a pesar de
saber cuál es el desenlace.
Nota: 7,5/10
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