Review Prison Break season 5 - Pura nostalgia


¡CUIDADO SPOILERS!

FOX y nostalgia empiezan a ir ligadas de la mano y es que la compañía se está uniendo a la moda de revivir viejos tiempos, donde tras la vuelta de grandes series como 24 y X-Files, le tocó el turno a Prison Break. Las sonrisas aparecieron en las caras de los fieles seguidores de Prison Break cuando apenas hace un año se anunciaba el regreso de una de las series que marcó una época para muchas personas tras 9 años en el dique seco. Una serie que había ido de más a menos y que acabo dejando un mal sabor de boca, tras una cuarta temporada que dejo algo fríos a sus seguidores y que terminó con la muerte de Michael, un hecho que suponía un punto y final para la serie, pero que se acabaría convirtiendo en un punto y aparte.




Muchas eran las preguntas que se hacían los fans de la serie en cuanto a la vuelta a la acción de los dos hermanos ¿Cómo podía seguir vivo Michael? ¿Qué nuevas aventuras depararían a los dos hermanos? ¿Qué personajes de temporadas anteriores volveríamos a ver? En mi opinión los guionistas solventaron de una forma más que correcta todas esas preguntas. La muerte de Michael y la participación de Wentworth Miller en el elenco de la serie, eran sinónimo de que la serie nos estaba escondiendo algo, y ese algo era que el final de Michael Scofield no había llegado en la cuarta temporada.

La respuesta que nos ofrecen los guionistas tarda en llegar pero dentro de la loca ‘lógica’ que tiene la serie parece ser más o menos razonable. Si Michael tenía que sacar a Lincoln de la prisión en la primera temporada de la serie, ahora era al revés y es el hermano mayor el que tiene que ayudar al pequeño a escaparse del infierno de la prisión de Ogygia. Por lo que prosigue a la trama una vez escapados de Yemen, se nos presenta un duelo 1 contra 1 entre Michael y Poseidon, en el que me  viene a la cabeza la famosa frase de Gary Lineker: ‘El futbol es un deporte en el que   juegan 11 contra 11 donde siempre ganan los alemanes’, pero aplicándolo en el universo Prison Break, esto es un juego en el que siempre gana Michael Scofield. Scofield lleva a Poseidon donde él quiere y como él quiere, y aunque el espectador crea que el propio Michael esta contra las cuerdas, los guionistas siempre nos tienen preparados esos ‘plot twist’ que acaban decantando la balanza hacia el lado de los buenos. Las piezas del puzle que nos va brindando la serie a lo largo de su temporada siempre acaban encajando, llegando al momento cumbre en el momento en el que descubrimos el porque del tatuaje de los ojos en las manos de Michael.


Una de las cosas que más me han ‘fallado’ por decirlo de alguna forma en esta quinta temporada es la duración de la misma. Un total de 9 capítulos que no se acercan ni mucho menos a los 22 que tuvieron las primeras temporadas que tanto nos enamoraron. A pesar de solventar la trama de una forma más que correcta y dejando muy pocos paréntesis abiertos, se echa de menos una duración más larga de la trama en general. Da la sensación de que los guionistas se han comido la comida muy rápido, pudiendo haberla saboreado un poco más y disfrutarla como es debido. Muchos de estos nuevos personajes que nos han introducido a lo largo de la temporada como Shiva o Whip, son personajes que nos gustan, y que nos caen bien una vez son presentados, pero uno de los mayores problemas que presentan, es que no acabamos de tener esa conexión que lográbamos en temporadas anteriores con otros personajes. Nos falta fondo detrás de ellos y conocer un poco más de cómo llegaron hasta allí. Finalmente, a parte de algunas incongruencias o fallos en el guión, me faltan minutos de Sucre y de T-Bag (que parece que finalmente es guiado hacia al lado de los buenos), dos personajes que salvando las distancias de amor/odio que se puedan tener por cada uno de ellos,  son la pura esencia de la serie.

En conclusión podemos decir que tras ver la serie, todas esas emociones vividas años atrás vuelven a florecer, se recuperan algunas de esas ideas enrevesadas que tanto nos gustaron, pero con la sensación de que el zumo se podría haber exprimido un poco más. Aunque esta vez con un final feliz que tanto merecían los dos hermanos, sentados en un parque disfrutando sus dos parejas sin tener que preocuparse de nada, toda esa agonía y esas persecuciones han llegado a su fin ¿o no?

Nota: 7,5/10


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